Nació el 25/01/1923. Dibujante y pintor. Se formó en Argentina y en Europa. Fue Presidente de la Asociación de Dibujantes (1962-67). Realizó numerosas exposiciones en el país y en el exterior. Su obra Chola en jeans (1974) formó parte de la II Muestra Konex 100 Obras Maestras - 100 Pintores Argentinos (exposición antológica de la pintura argentina) en el MNBA (1994). Participó como invitado en la Exposición Internacional de Bruselas y en las bienales de México, San Pablo, Valparaíso, Punta del Este y Barcelona. Ilustró libros de importantes escritores como Alberto Girri, Manuel Mujica Láinez, Osvaldo Svanascini (PK) y Eduardo Wilde. Sus obra s figuran en los Museos Nacional de Bellas Artes, de Arte Moderno, de Arte Contemporáneo, de Santa Fe, de San Luis, la OEA, el Bronx de Nueva York, Moderno de Río de Janeiro y de Arte Latinoamericano del Uruguay. Obtuvo, entre otros, los siguientes galardones: Premio de la Comisión Nacional de Cultura; Premio Alcides Gubellini; Premio adquisición del Salón Nacional de Santa Fe y el Gran Premio de Honor, Bienal Iberoamericana, 1987. Falleció el 31/07/1993.
Esta obra pertenece al momento en que era aún reciente la decisión del artista de dedicarse exclusivamente a la pintura. Lo que hubiera podido ser el retrato de una muchacha o su caracterización, resulta en la pseudo-narración de una situación que tiene origen en lo insólito. En esta, como en gran parte de la obra de Raúl Alonso, su procedimiento se inscribe en lo surreal. No es una narración en el cabal sentido del término, porque no hay una lógica en la sucesión de los hechos mostrados. Esta imagen comienza en lo literario con el título Chola en jeans. Chola es la mujer originaria de la zona del altiplano, cuya vestimenta es típica del lugar por ser realizada artesanalmente y cada prenda es colorida y diferente. Por lo tanto, Chola en jeans parece encerrar un contrasentido obvio ya en el título. La imagen concreta resalta la chaqueta de jean, del cual brilla su color azul. Pero, otro contrasentido es la cabeza que huye sorpresivamente del cuerpo y el único elemento que ata ambas partes es un velo blanco. Esta obra la pinto el artista, pero también la hace el espectador, ambos desde su subjetividad. Se trata prácticamente de lo opuesto a una propuesta de tipo geométrico. Dice Octavio Paz: "El objeto (aquí la imagen), instalado en su realidad irrisoria como un rey en un volcán, de pronto cambia de forma y se transforma en otra cosa. El ojo que lo mira lo ablanda como cera; la mano que lo toca lo modela como arcilla".
Raúl Alonso trabajó siempre con la conjunción extraña de elementos, pero en un intento de armonización: "Cuando pinto no tengo claro que es lo que quiero decir, pero ese tiempo pasa con alegría...". Esto da idea de un cierto automatismo en su procedimiento que lo une nuevamente a lo surreal. Al referirse a sus imágenes él mismo dijo: "Quizá tengan algo de esas situaciones que uno no se atreve a evocar en la vigilia". Por otra parte, en cuanto a las técnicas, una de las más utilizadas por él fue el pastel, del cual remarco su luz pura, como se puede ver aquí.
Nació en Buenos Aires, hijo de un "gran artista gallego", como lo nombraba Alonso, ligado al mundo literario, herencia que el hijo tomó. Por las ocupaciones de su padre se acostumbró de chico a tertulias en su casa con la presencia de A. Storni, Lugones, H. Quiroga, etc. En 1940 abandonó la carrera de arquitectura y continuó solo su formación plástica. En 1943 se publican sus primeros trabajos y a partir de entonces, y durante veinte años colabora con las más importantes publicaciones de Latinoamérica como ilustrador y diseñador gráfico. Viajo por Europa y América. En 1971 enfermó gravemente y decidió después de dos anos dedicarse en adelante plenamente a la pintura.
Mercedes Casanegra