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Mujeres indolentes, 1927

Guttero, Alfredo

Yeso, carbonatos y pigmentos, 134 x 145,1 cm

Biografía:

Guttero, Alfredo (1882-1932)
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Mujeres indolentes, 1927
Yeso, carbonatos y pigmentos, 134 x 145,1 cm
Colección Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires

Alfredo Guttero tuvo en la Argentina corta pero relevante actuación. Partió a París con una beca en 1904 y vivió en Europa un largo período de formación que lo llevó de Viena a Berlín, de Génova a Madrid, de Múnich a Londres.
En poco más de cuatro años entre nosotros (1927-32), realizó en síntesis apretada y brillante todo el sentido de su existencia profesional.
Entusiasta promotor del arte argentino se multiplicó creando el Taller Libre con Raquel Forner, Alfredo Bigatti y Pedro Domínguez Neira; organizó el Nuevo Salón que comenzó en 1929 y expuso no solamente en Buenos Aires en Amigos del Arte sino también en Rosario y en La Plata. Nucleó en torno de sí a todo lo germinativo y pujante que podía tener el arte de entonces. Pintó al óleo, al pastel y su infatigable inquietud lo llevó a buscar una técnica apropiada para su expresión y la encontró definitivamente inventando el procedimiento del yeso cocido que da a sus obras una calidad mate muy particular y que evidencia sus condiciones de excepcional muralista.
Las composiciones de Guttero se organizan en grandes ritmos envolventes, con cadencias amplias que otorgan al conjunto calidad unitaria, accediendo a una gran síntesis que se apoya en una señalada economía de medios y en una potente geometrización.
Fue un renovador del arte religioso local como lo demuestran: Descendimiento (1929), Anunciación con palomas (1931) y Anunciación, del año de su muerte.
Sus obras, tienen muy presente las enseñanzas de su maestro Maurice Denis, quien consideraba que el carácter y la composición decorativa de la pintura deberían irradiar un mensaje espiritual.
De las obras de Guttero, como sucede en Mujeres indolentes, se desprende de sus amplios arabescos, un seductor acento Art Deco que nos lleva a reconocer su condición casi impar en nuestro ambiente de pintor del Estilo 1925, un momento clave en el decurso del arte del siglo XX.
Otro aspecto interesante para destacar en su obra son los paisajes urbanos, propios del ambiente industrial, con elevadores, silos y construcciones del puerto que están resueltos con gran despojamiento "a través de una severa geometrización de la realidad como lo hicieran Charles Demuth y Charles Sheeler en los Estados Unidos o Karl Vollker y Carl Groosberg en Alemania'`.
Con el "retorno al orden", que es el retorno a la figuración que recorrió a varias naciones europeas durante el período 1919-25, está vinculado Alfredo Guttero con obras como el Retrato del pintor Miguel C. Victorica (1929); Retrato de José André y su Autorretrato y también con escenas de género, alegóricas o religiosas.
Artista de excepcional calidad y arrolladora acción dio con su pintura "una síntesis de aspiraciones múltiples de nuestra época".

Nelly Perazzo