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EC 2, 1974

Maza, Fernando

Acrílico sobre tela, 168 x 277 cm

Biografía:

Maza, Fernando (1936-2017)
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EC 2, 1974
Acrílico sobre tela, 168 x 277 cm
Colección Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires

EC 2, la obra de Fernando Maza, fue hecha en Londres en 1974. Su título es tan enigmático como la obra misma, un paisaje de color claro, sobre un soporte rectangular de ángulos redondeados. En este casi simulacro de paisaje creado por una línea de horizonte, letras que parecen escapadas de una caja de tipografía, imponen su volumen, sus colores, sus sombras, sus diferentes grosores, sus rectas y también sus curvas graciosas y móviles, sus estructuras ágiles, casi elásticas. Se posan sobre el piso sin orden aparente, separadas, creando espacio en equilibrio inestable. Las fuentes de luz no están muy determinadas, dejando todo el protagonismo al color exultante, refinado, siempre armonioso, que deja parte de la tela sin cubrir y revela el gusto "impúdico" de pintar, de que nos ha hablado el autor. Todo parece inconcluso: algunas manchas caen sobre los signos, aparecen las líneas preparatorias de los trazados. Como dice Maza: "No me gusta fatigar la pintura". Recordemos a Braque diciendo: "La pruebas cansan la verdad".
Las obra de esta serie de los últimos años constituyen "escenificaciones pictóricas que varían dentro de un repertorio sígnico y compositivo limitado"84. En ella aparecen junto a las letras y los números, arcos, pirámides truncadas, cubos, muros con contrafuertes. Suelen ubicarse a orillas del mar, a cielo abierto. También irrumpe algún elemento rayado como una señalización urbana, cubriendo un volumen bizarro, de curioso perfil, que sirve al pintor "para crear contraposiciones evidentes que animan las composiciones escenográficas y crean un contraste con lo atmosférico del entorno".
La calidad metafórica de la imagen se insinúa a través de ambigüedades que nunca condicionan ni quitan libertad al espectador. Se trata de una oposición Naturaleza-Cultura; lo natural y lo abstracto-simbólico. Estas polaridades parecen integrarse con naturalidad, porque Maza presenta su obra como un hecho pictórico y como tal debe ser gozado. Hay algo de redención en esos puentes de letras y signos que nos tiende la razón.
Fernando Maza trabajó en Nueva York desde 1960 al 73, salvo un breve retorno a Buenos Aires. Vivió luego en Londres y en 1977 se radicó en París. Se formó como artista gráfico, fue cofundador del Grupo Informalista argentino, hizo un geometrismo con signos que fue calificado de Pop y en 1963 aparecieron las letras en un mundo hermético y silencioso donde el goce de lo pictórico se sobrepone a cualquier desborde intelectualista.

Nelly Perazzo

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