"No te vayas luz nacida
En mi noche desolada,
Llevando en cada pisada
Un pedazo de mi vida..."
"...y el pintor ha representado en su más escrupulosa fidelidad el traje de domingo de esta clase de nuestra sociedad con costumbres tan extrañas y tan poco conocidas fuera de nuestros país", señala La Tribuna'.
Coloquio amoroso, Un gaucho enamorado, o Idilio criollo como hoy se la conoce, es el óleo de mayores dimensiones pintado por Leon Palliére en América. Ingresó en nuestro Museo en 1958 luego de haber pertenecido largo tiempo a una colección privada. Fechada circa 1861, registra una típica escena de costumbres. En su eclecticismo característico, reúne recursos provenientes tanto del clasicismo como del romanticismo. La búsqueda de lo propio, lo particular y exótico se evidencian en la profusión de detalles que tanto celebró la prensa de la época.
Nacido Jean Pierre Leon Palliére Grandjean Ferreira, este artista encarna el prototipo de los pintores viajeros de la segunda mitad del siglo XIX en la Argentina. Hijo y nieto de artistas franceses radicados en Brasil, a los siete años viaja a París para estudiar en el taller del maestro Edouard Picot. De regreso en Río de Janeiro (1848), se inscribe en la Academia Imperial asistiendo a las clases de Emile Taunay, pintor de Historia, miembro de la denominada "Misión artística" (1816), introductora de la moderna estética francesa pos-revolucionaria. Ganador de un concurso de la Academia, viaja a Europa. Conoce Italia, Francia, España y Marruecos. Hacia 1855, se instala en Buenos Aires. Viaja por las cercanías de la ciudad utilizando el ferrocarril del Oeste para recorrer la campiña y tomar apuntes.
Posteriormente realiza aventurados periplos por Chile, Uruguay, Brasil y Paraguay que quedan registrados en el Diario de Viaje y en las estampas del famoso Album Palliére. Escenas Americanas. Reproducción de Cuadros, aquarelles y bosquejos, aparecido en Buenos Aires entre mayo de 1864 y julio de 1865. Precisamente de este álbum es la litografía sin título a la que el impresor incluye los versos de Ricardo Gutiérrez arriba citados, y que reproduce con pequeñas diferencias compositivas nuestro Idilio criollo.
En 1866, Palliére retorna definitivamente a Francia. Nunca olvidará su estadía en estas tierras, pero la temática americana no vuelve a aparecer en sus telas.
María José Herrera