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Cada hora, 1965-78

Óleo y acrílico sobre tela, 260 x 195 cm

Biografía:

Rogelio Polesello (1939-2014)
Premio Konex 2012: Pintura: Quinquenio 2002 - 2006
Premio Konex 1982: Objetos


Nació el 26/07/1939. Pintor y escultor. Estudió en la ENBA Prilidiano Pueyrredón. Desde fines de los ‘50, sus obras construyeron un mundo personal y paralelo, con sus propias leyes, singularmente objetivas y omitiendo al sujeto que hay detrás. Utilizó el acrílico para generar efectos ópticos y construir objetos. Sus imágenes oscilan entre lo orgánico e inorgánico, huyen del vacío, llenas de falsos espacios y volúmenes, cargadas de geometrías, colores, luces y sombras. En su última etapa emprendió un vaciamiento del cuadro, entrando al minimalismo, usando cada vez más el blanco y negro. Expuso en galerías del país y el exterior y sus obras se encuentran en museos, galerías e instituciones alrededor del mundo. Su obra Cada hora (1965-78) formó parte de la II Muestra Konex 100 Obras Maestras - 100 Pintores Argentinos (exposición antológica de la pintura argentina) en el MNBA (1994). Entre sus numerosos premios se destacan: Primer Premio Salón Esso de Artistas Plásticos de Latinoamérica (1965), George Braque del MNBA (1968), Gran Premio de Honor LVII Salón Nacional (1988), Primer Premio Mural INET (1998), Gran Premio de Honor del FNA (PK) (2003), Trabucco de la ANBA (2006), Cultura Nación (2007). Falleció el 06/07/2014.

 


Comentarios:

Cada hora, 1965-78
Óleo y acrílico sobre tela, 260 x 195 cm
Propiedad del artista, Buenos Aires

Esta es una obra singular de Rogelio Polesello que resume casi dos décadas de desarrollo artístico. Fue realizada en 1965 y retomada en 1978, año en que agregó ciertas innovaciones a la estructura original.
Polesello nació en Buenos Aires, hijo de padre italiano. Comenzó a trabajar muy tempranamente. A los dieciocho años se graduó como profesor de grabado, dibujo e ilustración en la Escuela de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón. Casi inmediatamente empezó a exponer. Hizo una muestra con Luis Wells en Galería Galatea; simultáneamente intervino en varias colectivas, y al año siguiente en 1959 inauguró su primera individual. En esa época, al mismo tiempo que hace unas monocopias que poseen resabios de abstracción lírica, ya muestra sus preocupaciones por la geometría y lo cinético. Desde el principio Polesello se va a enrolar en la tradición que iniciaran los concretos en la década del 40, sólo que el paso de los quince años intermedios exigirá una respuesta diferente: un neoconcretismo, en su versión de arte óptico. Aunque no formó parte de ningún grupo que realizara estas prácticas, su hacer se acercó al trabajo de M. A. Vidal, E. Mac Entyre, Carlos Silva y Ary Brizzi.
Es preciso aclarar, también, que durante toda su trayectoria serán dos las vertientes fundamentales de su obra que funcionan de manera combinada: el uso de la geometría como base de las estructuras ópticas y una utilización del color, aunque en clave restringida, de fuerte atracción visual.
En la primera parte de la década del 60 alterna pinturas con tramas, con trasparencias que simulan visiones a través de cristales con pinturas gestuales, a menudo, en un mismo cuadro. Otras veces lo gestual aparece solo. A causa de estas últimas manifestaciones expondrá con el Grupo Phases internacional, cuyo leit motiv eran las connotaciones cercanas a lo surreal. Dentro de esa línea realiza Cada hora en 1965, donde hay una cierta organización que otorga una base geométrica que ordena los nueve rectángulos donde se van a desatar los gestos. Trece años más tarde delimitará los rectángulos con unas barras de color, que se convertirán en signo de su pintura posterior. Esas barras son producto de las experiencias que desde fines de los años 60 hizo en objetos de acrílico. La refracción de la luz y en consecuencia la multiplicación de colores provocada por esta, el artista quiso fijarla en la pintura. El mismo ha dicho: "Parto de las formas de la naturaleza, principalmente de sus cristales".
Polesello, incluso como un signo de época, utilizó el acrílico, al que tallaba para lograr los efectos ópticos. Todas las conclusiones obtenidas en aquel momento alimentan su vocabulario formal y cromático.
Polesello continúa trabajando y viajando continuamente, especialmente por América Latina.

Mercedes Casanegra